viernes, 10 de julio de 2009

Discusiones Artículo 5º Decreto 1290

Con el propósito de contribuir en la discusión sobre la construcción del Sistema institucional de evaluación, presentamos a continuación la referencia al Artículo 5º del Decreto 1290 que hiciera el supervisor Eduardo Castillo Lugo, en su ponencia “CALIDAD DE LA EDUCACIÓN Y EVALUACIÓN” presentada con ocasión del Foro educativo 2009 del municipio de Tarqui. Para efectos de este documento se hicieron algunas adiciones permitidas por el autor.

1. Los criterios de evaluación y promoción. Si se entiende por criterio la
condición que permite realizar una elección, tomar una decisión o hacer un juicio de valor sobre los aprendizajes de los escolares y sobre su promoción. Lo que se entendería por criterio en este momento, serían las metas o desempeños que se establecen como expectativa de logro o que se desean alcanzar mediante un trabajo pedagógico, durante un tiempo determinado. En este orden de ideas, se podría hablar de criterios de evaluación y promoción de un nivel educativo, de un grado, de un periodo académico, de una unidad didáctica, de un bloque temático, de una clase o de un proyecto, por cuanto estas son las unidades de tiempo o estrategias pedagógicas básicas sobre las cuales se establecen metas a alcanzar en relación con los procesos de desarrollo humano de los escolares, a partir de las áreas del plan de estudios.

En particular, los criterios de evaluación se establecen de manera concertada con los docentes, con los escolares, con los padres de familia y su nivel de complejidad depende del periodo de tiempo en el que se desean alcanzar. Cualquiera sea el nivel de complejidad, los criterios deben ser claros, alcanzables en el periodo de tiempo fijado y verificables.

Como se sabe, en el plan de estudios colombiano, estructurado a partir de competencias básicas, se definen con claridad dichos criterios en la Constitución Nacional, en la Ley 115 de 1994 y en los estándares básicos de competencia que se desea lograr para promocionar a los escolares de un grado a otro y no como en el pasado, en el que se tenía en cuenta el número de áreas aprobadas. Pues en este caso, el conjunto de las áreas, es decir la programación curricular general, es diseñada con el fin que cada una de ellas contribuya desde su especificidad con el logro de las competencias básicas definidas de manera implícita en el conjunto de los estándares básicos de competencias. De lo contrario, estaríamos hablando de evaluaciones de contenidos temáticos por áreas, en los que no se comprometen desempeños sino la evocación memorística de conocimientos.

Los criterios de promoción. La promoción es un proceso permanente que se da en el ser humano cada vez que se adquiere un aprendizaje. Sin embargo, analizada desde el punto de vista administrativo, se entiende como el proceso a través del cual se formaliza el paso de un estado escolar a otro, llámese de un proceso de aprendizaje a otro, de un grado o nivel inferior a otro superior. Estos criterios pueden estar asociados exclusivamente a las competencias, si se habla de la evaluación del rendimiento escolar, pero también incluyen algunas responsabilidades definidas por el Estado para el reconocimiento de un título de formación académica, como por ejemplo el servicio social para optar al título de bachiller.

2. La escala de valoración institucional y su respectiva equivalencia con la escala nacional. Este es un tema de amplio dominio de los docentes; en ella se concreta la calificación, fin principal de la evaluación tradicional, se expresa en escalas cuantitativas o alfabéticas. Su finalidad es controlar los niveles de aprendizaje de los escolares con el propósito de decidir sobre su promoción formal. Bien administrada, puede ser un factor de motivación para el aprendizaje; del mismo modo, pueden convertirse en factor de desmotivación si son el resultado de la improvisación o falta de planeación y la imposición del docente.

3. Las estrategias de valoración integral de los desempeños de los estudiantes. Una práctica tradicional de las instituciones educativas ha sido evaluar las actividades académicas independiente de la actitudes y valores de los escolares, para lo cual establecen dentro de los informes de valoración una calificación de conducta, comportamiento, disciplina o en el peor de los casos las tres, suministrando con frecuencia información contradictoria sobre los resultados del trabajo y del comportamiento de los escolares. Este requerimiento del sistema de evaluación exige que la valoración se haga a partir de los desempeños de los escolares y de manera integral, lo que significa dar fe o tener claro, para cada estudiante, lo que sabe (conocimientos), lo que sabe hacer (procedimientos, técnicas de las diferentes áreas), lo que sabe valorar o actuar (autorregulación, comparación, retroalimentación, contrastación) y lo que sabe ser o vivenciar (hábitos, actitudes, valores). Para ello, el establecimiento educativo diseña autónomamente las estrategias que le permitan obtener esta información. El doctor Julio Cesar Arboleda, Director científico Fundación Penser (Pedagogía y didáctica para el desarrollo del pensamiento y el ser), quien además ha dirigido seminarios sobre este tema en el departamento del Huila, señala algunas ideas sobre estrategias de valoración integral de los desempeños de los estudiantes:

“Criterios académico- cognitivos. Estos criterios se refieren a los aspectos que se deben tener en cuenta para valorar (examinar e influir en) los desempeños cognitivos y operativos de los estudiantes frente a los logros académicos formulados en un determinado momento de la formación escolar. Estos pueden ser:

· Pruebas orales y/o escritas acumulativas y por comprensión
· Tareas, talleres y ejercicios acumulativos y por comprensión
· Otros que acuerden profesor y estudiantes en cada curso

El profesor propone a sus estudiantes los criterios que considere importantes, justificando cada uno. Así mismo, solicita a los estudiantes proponer otros.

Criterios actitudinales.
Los criterios actitudinales son normas mediantes las cuales se promueven comportamientos o actuaciones positivas frente al estudio y la vida escolar. Un estudiante con buen desempeño académico cognitivo tiene, por lo regular, una actitud positiva frente al estudio. Por ejemplo, es responsable, atento, interesado, casi siempre participa. En este sentido, es necesario que la evaluación cumpla una finalidad edificadora, antes que penalizadota, en este componente. Algunos de los criterios que se podrían concertar son los siguientes:

· Compromiso y responsabilidad
· Interés y atención
· Solicitar el uso de la palabra, levantando una mano
· Orden (tener el asiento en el lugar indicado y limpio el derredor del piso)
· Participar activamente
· Otros

El profesor propone a sus estudiantes los criterios que considere importantes, justificando cada uno. Así mismo, solicita a los estudiantes proponer otros.

Criterios valórico- axiológicos. Estos criterios promueven la vivenciación de ideales básicos para la vida tales como la solidaridad, la autoestima, la convivencia, la tolerancia, incluidos los institucionales. Educar es generar espacios para que los estudiantes se formen como personas. En consecuencia debe influir para que estos alcancen los logros cognitivos, tengan actitudes positivas frente al estudio y la vida, y vivencien valores humanizantes. La evaluación es, como se ha indicado, un proceso edificador, una estrategia para la formación del sujeto educable como persona. Frente a este aspecto de la formación integral se propone pactar los siguientes criterios:

· Solidaridad cognitiva (propuesto por el profesor para todos los periodos del año escolar),
· Valores institucionales (uno sumativo por cada periodo)
· Otros propuestos por los estudiantes (uno sumativo para cada periodo)

Del mismo modo, es necesario reflexionar sobre el término DESEMPEÑO, el cual va más allá de la simple entrega de información, de conocimientos; el desempeño es un término utilizado para referirse a un nivel de ejecución de una competencia o de un estándar básico de competencia en el que están incluidos los conocimientos, las actitudes, las habilidades y los valores. Esto implica que las instituciones educativas necesariamente tendrán que modificar su plan de estudios, más exactamente sus programaciones curriculares, por cuanto en ellas se planifica el trabajo que se realizará con los escolares desde cada una de las áreas del plan de estudios.

El reto actual de los establecimientos educativos en materia de diseño curricular está en la estructuración de programaciones curriculares en las que: primero, se planteen los desempeños (criterios) que debe lograr un escolar en cada grado, y segundo: se defina la estrategia pedagógica mediante la cual se desarrollará la programación curricular, por proyectos o por núcleos problémicos, en los que se integren varias áreas del conocimiento y si es necesario varios docentes en el que del trabajo interdisciplinario se llegue a un trabajo pedagógico transversal.

4. Las acciones de seguimiento para el mejoramiento de los desempeños de los estudiantes durante el año escolar. Esta condición del sistema establece en la escala superior de los propósitos de la evaluación, el mejoramiento; se evalúa para identificar los obstáculos que interfieren en el aprendizaje de los escolares, con el fin estructurar e implementar con ellos estrategias didácticas que le hagan posible los aprendizajes, entendidos como desempeños mediante los cuales aplica conocimientos en la solución de problemas. El término seguimiento debiera ser entendido en este contexto como el ACOMPAÑAMIENTO, mediante el cual el docente genera confianza en el escolar, fortalece su autoestima, lo motiva y le da la seguridad requerida para continuar su proceso de aprendizaje. Necesariamente este acompañamiento no debe ser adelantado por el mismo docente

5. Los procesos de autoevaluación de los estudiantes. Regularmente la autoevaluación ha estado presente en el proceso, entendida como la posibilidad del escolar de asignarse una nota, con frecuencia sin criterios claramente definidos. Dentro del marco del actual paradigma de evaluación, la autoevaluación implica que el estudiante sea conocedor de los criterios con los que se va a evaluar, no a calificar; lo que implica que el proceso a evaluar debe definir con claridad los criterios que indican si los desempeños logrados están en la dirección de la meta que se desea alcanzar.

6. Las estrategias de apoyo necesarias para resolver situaciones pedagógicas pendientes de los estudiantes. Como los aprendizajes no se dan paralelos en todos los estudiantes, menos aún si se trata de grupos numerosos, siempre existirá la necesidad de programar actividades para aquellos estudiantes que por diferentes razones no logran buenos desempeños con la mayoría de los de su grupo. Pues ya anteriormente se dijo, que el propósito de la evaluación no es calificar, es identificar las dificultades del escolar para ayudar a superarlas. Pero, ¿Qué estrategias de apoyo aplicar? No es necesario entrar en el plano de las recetas pedagógicas; en todas las instituciones educativas del Huila existen docentes que las aplican como una práctica cotidiana de su ejercicio profesional. Lo que sucede, es que no existe la cultura del reconocimiento de la labor pedagógica del compañero de trabajo, del trabajo en equipo; de la ayuda pedagógica mutua, existe más bien los celos profesionales, los celos de poder que hacen perder la posibilidad de cualquier crecimiento profesional o desarrollo pedagógico a partir de la experiencia institucional, dejando como único recurso que otros decidan por quienes tienen que hacerlo. Tengo la certeza de que en todas las instituciones educativas del Departamento están en condiciones de responder acertadamente este interrogante el cual pueden mejorar con los trabajos de otros pares académicos.

7. Las acciones para garantizar que los directivos docentes y docentes del establecimiento educativo cumplan con los procesos evaluativos estipulados en el sistema institucional de evaluación. Esta característica hace referencia clara a la responsabilidad que tenemos los directivos docentes de liderar la evaluación, precisamente a partir de un proceso de acompañamiento al desarrollo curricular, que de seguridad al docente sobre los procesos de evaluación que se están aplicando. Como se ha visto este proceso no se agota en el uso de técnicas de evaluación, todo lo contrario, inicia con los procesos de definición de un modelo pedagógico y administrativo, comprende los momentos de planificación, ejecución y desarrollo curricular; implica el cambio del rol del docente, del educador, por el del PEDAGOGO, es decir el maestro que maneja un conocimiento científico que le ayuda a comprender, identificar y aplicar alternativas de solución a los problemas del proceso educativo en el aula.

8. La periodicidad de entrega de informes a los padres de familia. Si realmente se pretende que la evaluación sea participativa, ¿cómo se cumplirá este propósito si no se diseñan estrategias para garantizar que tanto el estudiante como el padre de familia en cualquier momento puedan acceder a los resultados de la evaluación como proceso y como evento? ¿Cómo adelantar acciones de mejoramiento si los informes sobre el proceso no son oportunos? Este es otro de los grandes retos para los cuales tampoco hay recetas pedagógicas. A cambio, hay experiencias valiosísimas que se pueden recuperar desde las aulas del preescolar, de las profesoras de primero, de las experiencias de escuela nueva, de algunas actividades curriculares complementarias mediante los cuales se han demostrado logros significativos en el campo del arte y del deporte. Dependiendo de lo que desee la institución, determinará la frecuencia y las estrategias que se utilizarán para dar a conocer los resultados de evaluación.

9. La estructura de los informes de los estudiantes, para que sean claros, comprensibles y den información integral del avance en la formación. Además de la frecuencia en la entrega de informes resulta de especial atención su estructura, su organización, su presentación. Aquí las instituciones educativas deben resolver el dilema de si se estructuran teniendo en cuenta la cultura actual de algunos padres de familia que cada vez quisieran dedicar menos tiempo a la educación de sus hijos, o si más bien hacen una alianza con las otras instituciones estatales como las personerías, las comisarías y el bienestar familiar entre otras, con el fin de fortalecer la cultura de la atención integral a los infantes y a los adolescentes.

La creación de estrategias e instrumentos que enfaticen en los logros alcanzados por los escolares durante su permanencia en la escuela, se pueden constituir en centro de interés para los padres, en oposición a aquellos que se ocupan de manera especial en destacar los bajos resultados de los escolares y los problemas de su comportamiento.

Este tipo de estrategias producen rechazo implícito a la institución, rompe la comunicación del padre de familia con la escuela y transmite al hogar condiciones sicológicas que favorecen condiciones para incrementar la violencia intrafamiliar.

10. Las instancias, procedimientos y mecanismos de atención y resolución de reclamaciones de padres de familia y estudiantes sobre la evaluación y promoción. El padre de familia, el estudiante y el mismo docente necesita reglas claras para que el proceso de evaluación se desarrollo dentro de unas condiciones de equidad, de participación y de respeto al debido proceso. La evaluación engendra en si misma unas relaciones de poder que se transmiten de manera implícita entre quienes la practican. Quien evalúa, tiene el poder. Qué relaciones de poder se quieren formar en la institución educativa? Buena parte de la respuesta estaría al definir estas características del sistema de evaluación.

11. Los mecanismos de participación de la comunidad educativa en la construcción del sistema institucional de evaluación de los estudiantes. Sobre el particular, sin pretender que esta sea el único proceso, sería oportuno hacer referencia al que ya ha sido planteado en otras oportunidades en las que se hace ajustes al PEI:

a. Análisis documental, consistente en liderar con los docentes desde el personal directivo, las implicaciones pedagógicas y administrativas derivadas de la aplicación de un sistema de evaluación con las características expuestas anteriormente.

b. Estructuración por parte del equipo de gestión institucional, de la primera aproximación al sistema de evaluación que se constituya en eje de convocatoria para la discusión entre los órganos del gobierno escolar.

c. Ampliar la discusión entre los órganos de dirección de los organismos de base de la institución educativa haciendo partícipes a los representantes de los padres de familia, estudiantes y demás estamentos de la comunidad educativa, es decir: consejo directivo, consejo de padres de familia, una directiva de asopadres, consejo estudiantil, junta directiva de asociación de egresados.

d. Análisis por parte del consejo directivo de los productos elaborados en las mesas de trabajo realizadas con el fin de estructurar la primera propuesta colectiva del sistema de evaluación.

e. Discusión de la propuesta del consejo directivo al interior de los organismos de base.

f. Ajustes y adopción final por parte del consejo directivo.

1 comentario:

  1. Ya cuenta la institucion con un software adecuado para gestionar eficientemente el sistema institucional de evaluacion??? http://www.tecnysoluciones.net/Sinai.aspx

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