jueves, 16 de julio de 2009

PROPUESTA DE EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE Y PROMOCIÓN DE ESTUDIANTES PARA LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA SAN JOSÉ DE OPORAPA HUILA

CON EL INTERÉS DE SOCIALIZAR CON DIRECTIVOS Y DOCENTES DEL DEPARTAMENTO DEL HUILA Y DE QUINES PUEDAN ESTAR INTERESADOS, SE DA A CONOCER LA PRESENTE PROPUESTA.
EL PERSONAL DIRECTIVO Y DOCENTE DE ESTA INSTITUCIÓN ESTARÁ AGRADECIDO POR LOS COMENTARIOS, CRÍTICAS Y SUGERENCIAS QUE SE HAGAN AL DOCUMENTO.
LA SECRETARÍA DE EDUCACIÓN DEPARTAMENTAL ACLARA QUE DE NINGUNA MANERA SE PRETENDE QUE LAS PROPUESTAS, ORIENTACIONES Y REFLEXIONES QUE SE HAGAN POR ESTE MEDIO TENGAN UN CARÁCTER OBLIGATORIO PARA LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS. SOLO SON UN RFERENTE PARA QUE SE VALORE O MEJORE LO REALIZADO EN CADA INSTITUCIÓN.



1.- Criterios de Evaluación y Promoción
a.- Evaluación
La evaluación es un proceso permanente que busca estimular la formación integral del estudiante, mediante la apreciación y valoración del desarrollo de competencias y del alcance de los objetivos o fines propuestos en el PEI y de manera especial en el Plan de Estudios y el Manual de Convivencia, en función de la calidad y la excelencia.

b.- Criterios:

- En los procesos de evaluación de las actividades académicas se tendrán en cuenta las diferentes dimensiones en los procesos formativos de los estudiantes: Cognitiva, actitudinal, volitiva, y psicomotora.
- La calificación es la valoración cuantitativa y cualitativa (desempeños) del proceso de aprendizaje en la formación integral del estudiante y se hace bajo responsabilidad del profesor.
- Los estudiantes de cada grado participarán en diferentes momentos evaluativos orientados y concertados con el profesor.
- Las valoraciones se harán sobre estándares y competencias alcanzadas o dejadas de alcanzar por parte del estudiante.
- Los estándares deben ser evaluados en conjunto por cuanto la enseñanza integra contenidos y procesos.
- En cada periodo se valorará el aprendizaje del estudiante en todas las áreas de formación, en aspectos tales como: Alcance de estándares de aprendizaje (compromisos académicos y de convivencia) desarrollo de procesos de aprendizaje, y adquisición de competencias.
- La valoración mínima para aprobar una área es seis (6.0).
- Cuando son varias las asignaturas de un área deben promediarse los resultados para obtener la valoración del área.
- Las áreas o asignaturas con una intensidad de una (1) o dos (2) horas semanales deberán tener un mínimo de dos (2) notas y las de más intensidad un mínimo de cuatro (4) notas parciales para ser promediadas por periodo.
- Si en las valoraciones de un área o asignatura, resultan dos cifras decimales, debe eliminarse la segunda sin aproximarla,
de tal forma que la nota tenga una sola cifra decimal.
- La valoración de cada periodo, en las diferentes áreas y asignaturas, será el promedio de las valoraciones obtenidas por el estudiante en las diversas actividades de aprendizaje; más la nota de autovaloración dada por el estudiante con base en su disciplina, interés, cumplimiento de compromisos y colaboración con las clases.

b.- Promoción
- La promoción se hace con base en áreas de aprendizaje aprobadas y no de asignaturas en particular.
- Para efectos de promoción, en el Nivel de Educación Básica ciclo de Primaria en los grados primero a tercero la promoción se circunscribe al rendimiento del estudiante en lenguaje y matemáticas.
- La denominación desempeño básico se entiende como la superación de los desempeños necesarios en relación con las áreas obligatorias y fundamentales, teniendo como referente los estándares básicos, las orientaciones y lineamientos expedidos por el Ministerio de Educación Nacional y lo establecido en el PEI.
- Cuando en tres (3) o más áreas obtiene un estudiante valoraciones inferiores a seis (6.0), se infiere que no se alcanzó el desempeño básico y por lo tanto la ubicación corresponderá en desempeño bajo.

- El desempeño bajo se entiende como la no superación del desempeño básico y no da el derecho al estudiante a ser promovido al grado superior o al diploma de bachiller.
- El estudiante se promueve al grado superior o al diploma de bachiller cuando apruebe todas las áreas o cuando promediadas las valoraciones de todas las áreas de formación arrojen una nota mínima de siete (7.0), siempre que no haya perdido más de un área y ésta no esté valorada con una nota inferior a cuatro (4.0). En este caso el estudiante no está obligado a presentar recuperación del área perdida.
- Toda inasistencia a las actividades curriculares debe ser justificada. Se pierde una área o asignatura, con valoración de uno (1.0), cuando el número de ausencias, justificadas o no sea igual o superior al 25% de la intensidad horaria de esa área o asignatura.
- Únicamente la excusa médica o por calamidad doméstica comprobada tiene validez académica.
- Para efectos de promoción, el valor porcentual de cada una de los periodos será del 25%.
- Los criterios de evaluación y promoción son de obligatorio cumplimiento para todos los docentes que orientan clases desde el grado primero hasta el undécimo en la Institución Escolar; por cuanto, el sistema de evaluación del aprendizaje es parte fundamental del proceso de calidad del servicio educativo.

c.- Recuperaciones

Las recuperaciones se harán en el transcurso de cada periodo académico. Pero, si por algún motivo un estudiante llega al final del año escolar perdiendo áreas o asignaturas, se aplicará el siguiente procedimiento:
a).- Solo se permite la recuperación cuando el estudiante ha perdido una o dos áreas.
b).- La valoración en una recuperación, en todos los casos, no excederá los rangos estipulados para el desempeño básico.
c).- Si el estudiante pierde dos (2) áreas deberá pasar al menos una (1) de ellas en la primera convocatoria para continuar en el proceso.
d).- Las notas obtenidas en recuperación no cuentan para el promedio general que permite la no recuperación de un área.
e).- Las convocatorias que hace el plantel son obligatorias para todos los estudiantes a menos que se compruebe enfermedad del estudiante o calamidad doméstica.
f).- Los estudiantes que pasado un año, de la fecha de terminación del año lectivo, no se presenten a recuperar las áreas o asignaturas perdidas, deben repetir el grado si desean continuar estudiando.
g).- Las recuperaciones no se circunscriben exclusivamente a pruebas escritas deben hacer parte de dichas actividades, las pruebas orales y escritas, los trabajos prácticos y escritos, etc., en lo posible, la valoración definitiva debe ser el producto de por lo menos dos (2) notas parciales.

d.- Estudiantes no promovidos

Cada sede deberá diseñar programas específicos para educandos no promovidos al grado siguiente (Metodología Escuela Nueva). En todos los casos, hará un seguimiento del educando y favorecerá su promoción durante el grado, en la medida en que éste demuestre en el primer periodo académico, la superación de las insuficiencias académicas que no aconsejaron su promoción.
Si el estudiante y sus padres están interesados en que no se repita el año escolar, cuando el desempeño del estudiante haya sido valorado de forma definitiva como bajo, se aplicará el siguiente procedimiento:
1.- Solicitud escrita dirigida a la coordinación al terminar el año lectivo y antes de la clausura; siempre y cuando que no tenga acumuladas en el año más de cinco faltas disciplinarias calificadas como graves en el observador del estudiante.
2.- El coordinador informará a los docentes y solicitará que éstos señalen las competencias no alcanzadas y que imposibilitaron su promoción así como los contenidos afines.
3.- Si el estudiante cree a conciencia que está en condiciones de demostrar que maneja los contenidos temáticos y por ende puede alcanzar los estándares que quedaron pendientes; entonces, en la última semana de enero del siguiente año, al que se aplaza, puede solicitar por escrito a la rectoría que se ordene la práctica de los exámenes correspondientes, que de ser aprobados se levantará por parte del Comité Técnico Institucional de Evaluación y Promoción el Acta de promoción y se le renovará la matricula al grado siguiente.
e.- Comité Técnico Institucional de Evaluación y Promoción.
Para efectos de garantizar la aplicación racional y ética del Sistema de Evaluación y Promoción Institucional, la Institución contará con un Comité Técnico Institucional de Evaluación y Promoción, el cual estará integrado por el rector o su delegado, los coordinadores, dos representantes de los docentes de los cuales uno debe pertenecer al nivel Básico y el otro al de Media, dos representantes de los padres de familia y el personero estudiantil. El cual se dará su propio reglamento.
2.- Escala de valoración Institucional
Los resultados de las valoraciones se expresarán numéricamente en la escala de 1 a 10, con un equivalente conceptual expresado en desempeños:
Rangos de Valoración Cuantitativa Equivalente Conceptual
9.0 a 10.0 Desempeño Superior
8.0 a 8.9 Desempeño Alto
6.0 a 7.9 Desempeño Básico
1.0 a 5.9 Desempeño Bajo

Para facilitar la movilidad de los estudiantes entre establecimientos educativos la escala institucional tendrá sus equivalentes en la escala de valoración nacional, los cuales darán la ubicación del estudiante de acuerdo a un resultado general resultante de promediar las notas obtenidas en cada una de las áreas obligatorias y fundamentales contempladas en el plan de estudios para el correspondiente grado.
3.- Estrategias de valoración integral de los desempeños de los estudiantes:
a.-Toda prueba escrita se estructurará y aplicará teniendo como base las pruebas SABER e ICFES.
b.- Las pruebas que se apliquen deben estar relacionadas con aspectos tales como: comprensión, análisis, discusión crítica y en general, de apropiación de conceptos. El resultado de la aplicación de las pruebas debe permitir apreciar el proceso de organización del conocimiento adquirido por el estudiante y de sus competencias para producir formas alternativas de solución de problemas.
c.- En las pruebas se dará preferencia a aquellas que permitan la consulta de textos, notas y otros recursos que se consideren necesarios para independizar los resultados de factores relacionados con la pura recordación.
d.- Las pruebas basadas exclusivamente en la reproducción memorística de palabras, nombres, fechas, datos o fórmulas que no vayan ligadas a la constatación de conceptos y de otros factores cognitivos, no deben ser tenidas en cuenta en la evaluación del rendimiento escolar.

e.- Se deben valorar todas las actividades que favorezcan el desarrollo del pensamiento, la expresión, la creatividad, la investigación, participación y cooperación.
f.- Los docentes deben aplicar diversos instrumentos de valoración.

g.- Si se asignan trabajos escritos a los estudiantes para ser evaluados posteriormente, el profesor debe dar la bibliografía, en lo posible, de la existente en la biblioteca de la Institución del Municipio, o la dirección en la web.
h.- Los trabajos individuales y en grupo deben ser planeados y asignados para ser realizados en clase y con la orientación del profesor.
i.- Las tareas para la casa únicamente se justifican como complemento del tema visto en clase.
j.- Es necesario que al solicitar materiales de trabajo se tenga presente que sean conseguibles en el contexto y que no impliquen mayores inversiones económicas para los padres.
4.- Acciones de seguimiento para el mejoramiento de los desempeños de los estudiantes durante el año escolar
En su orden se aplicará el siguiente procedimiento:
1) El Director de grado debe hablar con el estudiante sobre la situación académica o disciplinaria que se está presentando, para invitarlo a remediar la situación.
2) Si la situación continúa igual o peor, pasará el caso a conocimiento del coordinador.
3) Si en la instancia anterior no se surte ninguna solución, se aplican en su orden los siguientes pasos:
a) Solicitud de la presencia del padre de familia.
b) En el mismo documento el padre de familia devuelve la constancia de notificación.
c) Reunión con el padre familia, el estudiante implicado, el director de grado y los demás profesores que se consideren necesarios. Como resultado de esta diligencia queda un acta de seguimiento en formato especial.

5.- Procesos de Autoevaluación de los estudiantes
- La valoración individual de las propias acciones, es un ejercicio fundamental en la formación de la persona y del estudiante en particular, además debe permitir la identificación de los avances y las dificultades.
- En una autovaloración el estudiante por principio de responsabilidad podrá colocarse como nota máxima la correspondiente al mayor parcial obtenido en el periodo.
- Un estudiante que muestre buena disciplina, interés, cumplimiento de compromisos y colaboración con las clases puede solicitar a su profesor que se le valore con una nota mínima en el rango de desempeño alto.



6.- Estrategias de apoyo necesarias para resolver situaciones pedagógicas pendientes de los estudiantes
- En las horas destinadas a la realización de actividades curriculares complementarias se deben ejecutar actividades de refuerzo y recuperación tendientes a que los estudiantes alcancen las competencias no alcanzadas en el transcurso del periodo, estas serán señaladas por el docente del área y son de obligatorio cumplimiento por parte de los estudiantes o de lo contrario no habrá lugar a reclamaciones.
- Al terminar el año lectivo se podrá programar en la última semana de labores con estudiantes una nivelación general para que con estos resultados la secretaría de la institución y bajo la vigilancia directa del Comité Institucional de Evaluación, se proceda a ordenar las promociones o aplazamientos para los estudiantes que hayan presentado hasta el momento problemas para definir su promoción.
- Si un estudiante de grado 11º llevase áreas o asignaturas perdidas, pero en las pruebas ICFES muestra un resultado ubicado en el nivel alto hacia adelante, se le dará como estímulo la aprobación con valoración de acuerdo a su desempeño en orden ascendente. Los rangos de reconocimiento serán fijados por el Consejo Académico.
7.- Acciones para garantizar que los directivos docentes y docentes de la institución cumplan con los procesos evaluativos estipulados en el Sistema Institucional de Evaluación.
El procedimiento a aplicar es el siguiente:
1.-Al comenzar el año lectivo el profesor de la asignatura presentará a los estudiantes los estándares y competencias a alcanzar y el plan de valoraciones parciales de su área para el año.
2.-Durante la primera semana de cada periodo, los docentes deben presentar a la coordinación respectiva, el plan de área o asignatura.
3.-Los coordinadores deben velar por que las planillas que se pasen a secretaría estén debidamente diligenciadas y que contengan la cantidad mínima de notas parciales exigidas.
4.- Las actividades académicas o pedagógicas que se programen fuera del Plantel, deben planearse y presentarse a la coordinación respectiva con la programación de la unidad temática a desarrollar.

8.- Periodicidad de entrega de informes a los padres de familia
- La evaluación se hará con referencia a cuatro periodos de igual duración en los que se dividirá el año escolar, al término de cada periodo y en un tiempo máximo de 15 días calendario el padre de familia recibirá el informe sobre el desempeño de su hijo.

- Al terminar el año escolar se les entregará a los padres de familia o acudientes un informe final el cual contiene los datos y formalidades de un certificado de estudio.
- La reunión de padres de familia programada, por periodo, en el cronograma general de actividades del plantel para entregar el informe sobre rendimiento académico y de comportamiento del estudiante son de obligatorio cumplimiento por parte del padre de familia o acudiente.

9.- Estructura de los informes de los estudiantes, para que sean claros, comprensibles y den información integral del avance en la formación
- El informe que se entrega a los padres de familia o acudientes será de forma escrita en el que se dará cuenta de los avances de los educandos en el proceso formativo en cada una de las áreas y a nivel de convivencia. Constará de la valoración numérica de acuerdo a los rangos registrados en la escala y su equivalente cualitativo. Señalando las dificultades presentadas durante el periodo y las recomendaciones para mejorar.
- El informe final incluirá la valoración general del rendimiento del educando para cada área durante todo el año. Esta evaluación tendrá que tener en cuenta el cumplimiento por parte del educando de los compromisos que haya adquirido para superar las dificultades detectadas en períodos anteriores y la valoración general de la disciplina.

10.- Instancias, procedimientos y mecanismos de atención y reclamación de padres de familia y estudiantes sobre la evaluación y promoción
Las instancias a las cuales se puede dirigir el padre de familia o el estudiante siguiendo el con ducto regular, cuando no se sienta satisfecho con la valoración realizada por los docentes serán las siguientes:
- El docente del área
- La coordinación
- Comité Técnico Institucional de Evaluación y Promoción.
- El Consejo Académico es la instancia máxima para solucionar problemas de carácter académico.

En todos los casos los interesados deberán dirigirse a las respectivas instancias, de manera respetuosa por escrito y fundamentado en evidencias reales no en supuestos.
11.- Mecanismos de participación de la comunidad educativa en la construcción del Sistema Institucional de Evaluación de los Estudiantes
La comunidad participará del proceso de construcción del Sistema de Evaluación Institucional a través de sus representantes ante el Consejo Directivo, ellos representan a los padres de familia, tramitan sus propuestas e inquietudes y establecen canales de comunicación.

JESÚS MARÍA CAMPO IBAGÓN
Rector

martes, 14 de julio de 2009

ORIENTACIONES PARA LA IMPLEMENTACIÓN DEL DECRETO 1290 DE 2009 SOBRE EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE Y PROMOCION ESCOLAR

En cumplimiento del numeral 2º del Artículo 10º del Decreto 1290 de 2009, en especial en lo relacionado con el debido proceso en la formulación del Sistema institucional de evaluación de los estudiantes, en las instituciones y centros educativos del Departamento, y en observancia del respeto a la autonomía institucional, la Secretaría de Educación Departamental, sugiere el siguiente procedimiento:
1. Bajo el liderazgo y la coordinación del Director de Núcleo, analizar el Decreto al interior del Equipo de Directivos Docentes del Municipio, con el fin de compartir conceptos, críticas y aproximaciones interpretativas.
2. Análisis del Decreto al interior del Equipo de Directivos Docentes de cada institución educativa con el fin de compartir conceptos, críticas y aproximaciones interpretativas y diseñar una primera estructura del Sistema institucional de Evaluación de los estudiantes, bajo el liderazgo y la coordinación del rector o rectora de la I. E.
3. Paralelamente con esta actividad, el rector con el apoyo de los coordinadores y algunos docentes, (equipo de gestión de la calidad) programa reuniones de pequeños grupos de docentes, según la característica de la institución o centro educativo (Comités de área, docentes por sede, por grupos de grado), con el fin de compartir conceptos, críticas y aproximaciones interpretativas.
4. Socialización de la propuesta de estructura del Sistema de Evaluación de los estudiantes, elaborado por el equipo de calidad, con el 100% de los docentes de la I. E., a fin de hacer ajustes y mejorarla.
5. Aprobación de la propuesta por parte del Consejo Académico con el fin de llevarla al Consejo Directivo para su respectiva discusión, ajustes y adopción final.
Se insiste, que la lectura y análisis previo del Decreto por parte de directivos y docentes se lleve a cabo antes de la semana de desarrollo institucional de octubre, para que durante esta semana el consejo académico estructure la propuesta que será puesta a consideración del Consejo Directivo.
6. Durante el segundo semestre, con el acompañamiento de los docentes, los padres de familia, los estudiantes y los egresados analizarán la propuesta aprobada por el Consejo Académico con el fin de que antes del mes de noviembre sea adoptado formalmente el documento final por el Consejo Directivo, el cual será divulgado de conformidad con lo establecido en el numeral 5 del Artículo 8º del Decreto 1290, a más tardar en la semana de desarrollo institucional de fin de año.

Con el fin de adelantar acciones de acompañamiento a nivel municipal, los Directores de Núcleo harán llegar al líder de Gestión del PEI, en medio magnético, el cronograma de actividades mediante el cual en cada institución se dará cumplimiento a esta responsabilidad de Directivos docentes. Se aclara que estas actividades no deben afectar la normalidad de las actividades académicas de los escolares.
Esta Secretaría atenderá las necesidades de asesoría requeridas por el Director de Núcleo, las cuales estarán dirigidas a los equipos de gestión de la calidad de las instituciones educativas, a nivel municipal.

viernes, 10 de julio de 2009

REFLEXIONES SOBRE EL DECRETO 1290 DE 2009

La nueva estrategia nacional de evaluación de aprendizajes de los escolares tiene su origen en la crisis que generó el Decreto 230 de 2002; crisis que estuvo asociada, fundamentalmente, con los criterios establecidos en la norma para aprobar y reprobar los diferentes grados de la educación básica y media (5% máximo de reprobación y 95% mínimo de promoción). De él se expresó durante seis años que fomentaba en los escolares la flojera, el facilismo, la alcahuetería, la irresponsabilidad, la coladera de “gente mala”, la “promoción automática” y la pérdida de autoridad del maestro, entre otros muchos calificativos. La consecuencia, se decía, es la “mala calidad de la educación, cuyos resultados se reflejan en la pruebas icfes”; “es que como ahora no se puede exigir…”.

Del nuevo Decreto (1290 de 2009) se dice hoy que generará anarquía institucional, regional y nacional, sin argumentación seria alguna, pero simultáneamente es visto como la oportunidad de redimir al escolar, al educador y a la educación, toda vez que: “ahora si se puede exigir”, “se pasa al que sabe”, “se pueden manejar escalas numéricas”, “estudian o se rajan”; “ahora si tenemos la sartén por el mango”. Al respecto, el profesor Luis Alberto Martínez (capacitador en el proyecto nacional Expediciones Botánicas Siglo XXI – José Celestino Mutis) en su participación en reuniones con educadores del Huila hace esta reflexión: “Hay mucha ortodoxia pedagógica que impide la lectura de lo que está pasando en educación. Se evidencia un nuevo tipo de sujeto, mediado por pautas de crianza diferentes a las nuestras; son diferentes en todas sus concepciones, por lo que las estrategias de aprendizajes deben ser diferentes y parece ser que los educadores no estamos preparados para eso; no hemos asumido el cambio de época, poco estamos haciendo para resolver en la escuela la crisis psicoafectiva de nuestros niños y adolescentes”.

En estas nuevas discusiones, como antes, no se asocia con el tema de calidad y evaluación escolar, por ejemplo la deserción departamental en básica y media (7%); la falta de pertinencia de los contenidos curriculares (estrategias pedagógicas, instrumentos y técnicas de valuación, metodologías generales, diseños instruccionales, unidades temáticas…); la indisciplina y violencia que se genera en las aulas cuando el educador no sabe que hacer en dos horas de clase; el hecho de los padres que no colaboran frente a los actos de desobediencia, desatención y bajo rendimiento de los escolares; la situación de los directivos y docentes que atribulados por la crisis de pertenencia y relación generalizada, poco o nada asumen frente a los procesos de gestión académica y los ambientes escolares poco favorables; la siempre insuficiente asistencia técnica, seguimiento y acompañamiento del ente territorial, encargado de la educación.

Toda esta problemática, es esencialmente de carácter pedagógico y como tal debe involucrarse en el análisis de cualquier sistema de evaluación, para no caer en la inmediatez de adoptar una escala de valoración, sea numérica o alfabética, como lo esencial del Sistema evaluativo institucional y la solución a los problemas de calidad de la educación, los comportamiento de los escolares y la ética de los educadores. Se trata, entonces, de asumir que la práctica evaluativa ha sido y es cuantitativa, usada para medir niveles de respuesta heterónoma, memorística, informativa; de reconocer que es y ha sido una evaluación incoherente con el sujeto educable y, en consecuencia, con la finalidad educativa relativa a formar, a generar oportunidades y capacidades para el desarrollo del escolar como persona.

La medición o la cuantificación no es el origen de la evaluación ni puede seguir siendo el fundamento del acto de educar. Si educar está relacionado con formar integralmente seres que piensen, sientan, perciban, obren y actúen como humanos, entonces la evaluación no debería medir información ni conocimientos, sino valorar e incidir en las actuaciones del sujeto educable, desde la perspectiva del ser humano. Y para ello es importante e impostergable analizar la realidad actual, caracterizada por un nuevo modelo de sociedad (con más conocimientos e información, renuente a las normas, con desarrollo tecnológicos al alcance de los niños, rodeada nuevos paradigmas, transculturizada y con diversas posibilidades de relaciones de tiempo y espacio) y un nuevo tipo de hombre (trashumante, con más derechos y menos deberes, con educación dispareja y chips incorporados).

Con la expedición de la Ley General de Educación y su primer decreto reglamentario 1860 de 1994, se esperaba poder trascender, entre otras cosas, la concepción de la evaluación tradicionalista y conductista, orientada a los contenidos y resultados finales, para ubicarla en un enfoque procesual, sistemático y permanente, cimentado en la valoración integral del estudiante, a partir de unos indicadores de procesos y metodologías, instrumentos, recursos y técnicas didácticas pertinentes e interactivas. Sin duda alguna, a esto apuntaba el Decreto 230 de 2002 y hoy, el Decreto 1290 de 2009.

Por eso, creer que el solo cambio de la escala de evaluación contribuirá a la solución de la crisis afectiva, ética, espiritual, de autoestima, pertinencia y relación que viven nuestras comunidades educativas y mejorará el rendimiento de nuestros escolares, es acrecentar el poco liderazgo de quienes tenemos la responsabilidad directa de incidir en la instrucción y formación de los niños, jóvenes y adultos y la desesperanza que nos agobia por una mejor educación en el departamento del Huila.

No podemos seguir evaluando con los mismos estilos, metodologías, técnicas e instrumentos de ayer cuando el sentido de la educación básica y media en Colombia cambia por efectos de la nueva Constitución y la Ley General de Educación. Es difícil aplicar las previas y exámenes tradicionales para establecer si la educación que impartimos les está permitiendo a los huilenses vivir y trabajar con dignidad, participar activamente en los procesos económicos, sociales, políticos y ambientales de sus municipios y Departamento y seguir aprendiendo.

Al parecer, la principal dificultad de la evaluación está en las prácticas de aula y no en las normas por lo que, definitivamente, este nuevo reto de la evaluación exige de los educadores, los padres de familia y los estudiantes un cambio de actitud que nos permita solucionar el desencuentro cultural en que nos encontramos e invita a los directivos y docentes a acrecentar su saber pedagógico, su capacidad investigativa y su dominio temático. En consenso de muchos, este nuevo decreto acaba con la mediocridad, presenta un mejor concepto de evaluación, fortalece autonomía institucional y la evaluación como proceso, define roles de todos los actores y presenta una mejor escala de valoración. Así que la invitación es a exigirnos pedagógicamente en su interpretación y a presentar propuestas institucionales de evaluación, consecuentes con la educación que queremos para las generaciones presentes y futuras del Departamento.

Comparaciones Decreto 1290 de 2009 y 0230 de 2002

Descargue las comparaciones entre los decretos 1290 de 2009 y 0230 de 2002:

Discusiones Artículo 5º Decreto 1290

Con el propósito de contribuir en la discusión sobre la construcción del Sistema institucional de evaluación, presentamos a continuación la referencia al Artículo 5º del Decreto 1290 que hiciera el supervisor Eduardo Castillo Lugo, en su ponencia “CALIDAD DE LA EDUCACIÓN Y EVALUACIÓN” presentada con ocasión del Foro educativo 2009 del municipio de Tarqui. Para efectos de este documento se hicieron algunas adiciones permitidas por el autor.

1. Los criterios de evaluación y promoción. Si se entiende por criterio la
condición que permite realizar una elección, tomar una decisión o hacer un juicio de valor sobre los aprendizajes de los escolares y sobre su promoción. Lo que se entendería por criterio en este momento, serían las metas o desempeños que se establecen como expectativa de logro o que se desean alcanzar mediante un trabajo pedagógico, durante un tiempo determinado. En este orden de ideas, se podría hablar de criterios de evaluación y promoción de un nivel educativo, de un grado, de un periodo académico, de una unidad didáctica, de un bloque temático, de una clase o de un proyecto, por cuanto estas son las unidades de tiempo o estrategias pedagógicas básicas sobre las cuales se establecen metas a alcanzar en relación con los procesos de desarrollo humano de los escolares, a partir de las áreas del plan de estudios.

En particular, los criterios de evaluación se establecen de manera concertada con los docentes, con los escolares, con los padres de familia y su nivel de complejidad depende del periodo de tiempo en el que se desean alcanzar. Cualquiera sea el nivel de complejidad, los criterios deben ser claros, alcanzables en el periodo de tiempo fijado y verificables.

Como se sabe, en el plan de estudios colombiano, estructurado a partir de competencias básicas, se definen con claridad dichos criterios en la Constitución Nacional, en la Ley 115 de 1994 y en los estándares básicos de competencia que se desea lograr para promocionar a los escolares de un grado a otro y no como en el pasado, en el que se tenía en cuenta el número de áreas aprobadas. Pues en este caso, el conjunto de las áreas, es decir la programación curricular general, es diseñada con el fin que cada una de ellas contribuya desde su especificidad con el logro de las competencias básicas definidas de manera implícita en el conjunto de los estándares básicos de competencias. De lo contrario, estaríamos hablando de evaluaciones de contenidos temáticos por áreas, en los que no se comprometen desempeños sino la evocación memorística de conocimientos.

Los criterios de promoción. La promoción es un proceso permanente que se da en el ser humano cada vez que se adquiere un aprendizaje. Sin embargo, analizada desde el punto de vista administrativo, se entiende como el proceso a través del cual se formaliza el paso de un estado escolar a otro, llámese de un proceso de aprendizaje a otro, de un grado o nivel inferior a otro superior. Estos criterios pueden estar asociados exclusivamente a las competencias, si se habla de la evaluación del rendimiento escolar, pero también incluyen algunas responsabilidades definidas por el Estado para el reconocimiento de un título de formación académica, como por ejemplo el servicio social para optar al título de bachiller.

2. La escala de valoración institucional y su respectiva equivalencia con la escala nacional. Este es un tema de amplio dominio de los docentes; en ella se concreta la calificación, fin principal de la evaluación tradicional, se expresa en escalas cuantitativas o alfabéticas. Su finalidad es controlar los niveles de aprendizaje de los escolares con el propósito de decidir sobre su promoción formal. Bien administrada, puede ser un factor de motivación para el aprendizaje; del mismo modo, pueden convertirse en factor de desmotivación si son el resultado de la improvisación o falta de planeación y la imposición del docente.

3. Las estrategias de valoración integral de los desempeños de los estudiantes. Una práctica tradicional de las instituciones educativas ha sido evaluar las actividades académicas independiente de la actitudes y valores de los escolares, para lo cual establecen dentro de los informes de valoración una calificación de conducta, comportamiento, disciplina o en el peor de los casos las tres, suministrando con frecuencia información contradictoria sobre los resultados del trabajo y del comportamiento de los escolares. Este requerimiento del sistema de evaluación exige que la valoración se haga a partir de los desempeños de los escolares y de manera integral, lo que significa dar fe o tener claro, para cada estudiante, lo que sabe (conocimientos), lo que sabe hacer (procedimientos, técnicas de las diferentes áreas), lo que sabe valorar o actuar (autorregulación, comparación, retroalimentación, contrastación) y lo que sabe ser o vivenciar (hábitos, actitudes, valores). Para ello, el establecimiento educativo diseña autónomamente las estrategias que le permitan obtener esta información. El doctor Julio Cesar Arboleda, Director científico Fundación Penser (Pedagogía y didáctica para el desarrollo del pensamiento y el ser), quien además ha dirigido seminarios sobre este tema en el departamento del Huila, señala algunas ideas sobre estrategias de valoración integral de los desempeños de los estudiantes:

“Criterios académico- cognitivos. Estos criterios se refieren a los aspectos que se deben tener en cuenta para valorar (examinar e influir en) los desempeños cognitivos y operativos de los estudiantes frente a los logros académicos formulados en un determinado momento de la formación escolar. Estos pueden ser:

· Pruebas orales y/o escritas acumulativas y por comprensión
· Tareas, talleres y ejercicios acumulativos y por comprensión
· Otros que acuerden profesor y estudiantes en cada curso

El profesor propone a sus estudiantes los criterios que considere importantes, justificando cada uno. Así mismo, solicita a los estudiantes proponer otros.

Criterios actitudinales.
Los criterios actitudinales son normas mediantes las cuales se promueven comportamientos o actuaciones positivas frente al estudio y la vida escolar. Un estudiante con buen desempeño académico cognitivo tiene, por lo regular, una actitud positiva frente al estudio. Por ejemplo, es responsable, atento, interesado, casi siempre participa. En este sentido, es necesario que la evaluación cumpla una finalidad edificadora, antes que penalizadota, en este componente. Algunos de los criterios que se podrían concertar son los siguientes:

· Compromiso y responsabilidad
· Interés y atención
· Solicitar el uso de la palabra, levantando una mano
· Orden (tener el asiento en el lugar indicado y limpio el derredor del piso)
· Participar activamente
· Otros

El profesor propone a sus estudiantes los criterios que considere importantes, justificando cada uno. Así mismo, solicita a los estudiantes proponer otros.

Criterios valórico- axiológicos. Estos criterios promueven la vivenciación de ideales básicos para la vida tales como la solidaridad, la autoestima, la convivencia, la tolerancia, incluidos los institucionales. Educar es generar espacios para que los estudiantes se formen como personas. En consecuencia debe influir para que estos alcancen los logros cognitivos, tengan actitudes positivas frente al estudio y la vida, y vivencien valores humanizantes. La evaluación es, como se ha indicado, un proceso edificador, una estrategia para la formación del sujeto educable como persona. Frente a este aspecto de la formación integral se propone pactar los siguientes criterios:

· Solidaridad cognitiva (propuesto por el profesor para todos los periodos del año escolar),
· Valores institucionales (uno sumativo por cada periodo)
· Otros propuestos por los estudiantes (uno sumativo para cada periodo)

Del mismo modo, es necesario reflexionar sobre el término DESEMPEÑO, el cual va más allá de la simple entrega de información, de conocimientos; el desempeño es un término utilizado para referirse a un nivel de ejecución de una competencia o de un estándar básico de competencia en el que están incluidos los conocimientos, las actitudes, las habilidades y los valores. Esto implica que las instituciones educativas necesariamente tendrán que modificar su plan de estudios, más exactamente sus programaciones curriculares, por cuanto en ellas se planifica el trabajo que se realizará con los escolares desde cada una de las áreas del plan de estudios.

El reto actual de los establecimientos educativos en materia de diseño curricular está en la estructuración de programaciones curriculares en las que: primero, se planteen los desempeños (criterios) que debe lograr un escolar en cada grado, y segundo: se defina la estrategia pedagógica mediante la cual se desarrollará la programación curricular, por proyectos o por núcleos problémicos, en los que se integren varias áreas del conocimiento y si es necesario varios docentes en el que del trabajo interdisciplinario se llegue a un trabajo pedagógico transversal.

4. Las acciones de seguimiento para el mejoramiento de los desempeños de los estudiantes durante el año escolar. Esta condición del sistema establece en la escala superior de los propósitos de la evaluación, el mejoramiento; se evalúa para identificar los obstáculos que interfieren en el aprendizaje de los escolares, con el fin estructurar e implementar con ellos estrategias didácticas que le hagan posible los aprendizajes, entendidos como desempeños mediante los cuales aplica conocimientos en la solución de problemas. El término seguimiento debiera ser entendido en este contexto como el ACOMPAÑAMIENTO, mediante el cual el docente genera confianza en el escolar, fortalece su autoestima, lo motiva y le da la seguridad requerida para continuar su proceso de aprendizaje. Necesariamente este acompañamiento no debe ser adelantado por el mismo docente

5. Los procesos de autoevaluación de los estudiantes. Regularmente la autoevaluación ha estado presente en el proceso, entendida como la posibilidad del escolar de asignarse una nota, con frecuencia sin criterios claramente definidos. Dentro del marco del actual paradigma de evaluación, la autoevaluación implica que el estudiante sea conocedor de los criterios con los que se va a evaluar, no a calificar; lo que implica que el proceso a evaluar debe definir con claridad los criterios que indican si los desempeños logrados están en la dirección de la meta que se desea alcanzar.

6. Las estrategias de apoyo necesarias para resolver situaciones pedagógicas pendientes de los estudiantes. Como los aprendizajes no se dan paralelos en todos los estudiantes, menos aún si se trata de grupos numerosos, siempre existirá la necesidad de programar actividades para aquellos estudiantes que por diferentes razones no logran buenos desempeños con la mayoría de los de su grupo. Pues ya anteriormente se dijo, que el propósito de la evaluación no es calificar, es identificar las dificultades del escolar para ayudar a superarlas. Pero, ¿Qué estrategias de apoyo aplicar? No es necesario entrar en el plano de las recetas pedagógicas; en todas las instituciones educativas del Huila existen docentes que las aplican como una práctica cotidiana de su ejercicio profesional. Lo que sucede, es que no existe la cultura del reconocimiento de la labor pedagógica del compañero de trabajo, del trabajo en equipo; de la ayuda pedagógica mutua, existe más bien los celos profesionales, los celos de poder que hacen perder la posibilidad de cualquier crecimiento profesional o desarrollo pedagógico a partir de la experiencia institucional, dejando como único recurso que otros decidan por quienes tienen que hacerlo. Tengo la certeza de que en todas las instituciones educativas del Departamento están en condiciones de responder acertadamente este interrogante el cual pueden mejorar con los trabajos de otros pares académicos.

7. Las acciones para garantizar que los directivos docentes y docentes del establecimiento educativo cumplan con los procesos evaluativos estipulados en el sistema institucional de evaluación. Esta característica hace referencia clara a la responsabilidad que tenemos los directivos docentes de liderar la evaluación, precisamente a partir de un proceso de acompañamiento al desarrollo curricular, que de seguridad al docente sobre los procesos de evaluación que se están aplicando. Como se ha visto este proceso no se agota en el uso de técnicas de evaluación, todo lo contrario, inicia con los procesos de definición de un modelo pedagógico y administrativo, comprende los momentos de planificación, ejecución y desarrollo curricular; implica el cambio del rol del docente, del educador, por el del PEDAGOGO, es decir el maestro que maneja un conocimiento científico que le ayuda a comprender, identificar y aplicar alternativas de solución a los problemas del proceso educativo en el aula.

8. La periodicidad de entrega de informes a los padres de familia. Si realmente se pretende que la evaluación sea participativa, ¿cómo se cumplirá este propósito si no se diseñan estrategias para garantizar que tanto el estudiante como el padre de familia en cualquier momento puedan acceder a los resultados de la evaluación como proceso y como evento? ¿Cómo adelantar acciones de mejoramiento si los informes sobre el proceso no son oportunos? Este es otro de los grandes retos para los cuales tampoco hay recetas pedagógicas. A cambio, hay experiencias valiosísimas que se pueden recuperar desde las aulas del preescolar, de las profesoras de primero, de las experiencias de escuela nueva, de algunas actividades curriculares complementarias mediante los cuales se han demostrado logros significativos en el campo del arte y del deporte. Dependiendo de lo que desee la institución, determinará la frecuencia y las estrategias que se utilizarán para dar a conocer los resultados de evaluación.

9. La estructura de los informes de los estudiantes, para que sean claros, comprensibles y den información integral del avance en la formación. Además de la frecuencia en la entrega de informes resulta de especial atención su estructura, su organización, su presentación. Aquí las instituciones educativas deben resolver el dilema de si se estructuran teniendo en cuenta la cultura actual de algunos padres de familia que cada vez quisieran dedicar menos tiempo a la educación de sus hijos, o si más bien hacen una alianza con las otras instituciones estatales como las personerías, las comisarías y el bienestar familiar entre otras, con el fin de fortalecer la cultura de la atención integral a los infantes y a los adolescentes.

La creación de estrategias e instrumentos que enfaticen en los logros alcanzados por los escolares durante su permanencia en la escuela, se pueden constituir en centro de interés para los padres, en oposición a aquellos que se ocupan de manera especial en destacar los bajos resultados de los escolares y los problemas de su comportamiento.

Este tipo de estrategias producen rechazo implícito a la institución, rompe la comunicación del padre de familia con la escuela y transmite al hogar condiciones sicológicas que favorecen condiciones para incrementar la violencia intrafamiliar.

10. Las instancias, procedimientos y mecanismos de atención y resolución de reclamaciones de padres de familia y estudiantes sobre la evaluación y promoción. El padre de familia, el estudiante y el mismo docente necesita reglas claras para que el proceso de evaluación se desarrollo dentro de unas condiciones de equidad, de participación y de respeto al debido proceso. La evaluación engendra en si misma unas relaciones de poder que se transmiten de manera implícita entre quienes la practican. Quien evalúa, tiene el poder. Qué relaciones de poder se quieren formar en la institución educativa? Buena parte de la respuesta estaría al definir estas características del sistema de evaluación.

11. Los mecanismos de participación de la comunidad educativa en la construcción del sistema institucional de evaluación de los estudiantes. Sobre el particular, sin pretender que esta sea el único proceso, sería oportuno hacer referencia al que ya ha sido planteado en otras oportunidades en las que se hace ajustes al PEI:

a. Análisis documental, consistente en liderar con los docentes desde el personal directivo, las implicaciones pedagógicas y administrativas derivadas de la aplicación de un sistema de evaluación con las características expuestas anteriormente.

b. Estructuración por parte del equipo de gestión institucional, de la primera aproximación al sistema de evaluación que se constituya en eje de convocatoria para la discusión entre los órganos del gobierno escolar.

c. Ampliar la discusión entre los órganos de dirección de los organismos de base de la institución educativa haciendo partícipes a los representantes de los padres de familia, estudiantes y demás estamentos de la comunidad educativa, es decir: consejo directivo, consejo de padres de familia, una directiva de asopadres, consejo estudiantil, junta directiva de asociación de egresados.

d. Análisis por parte del consejo directivo de los productos elaborados en las mesas de trabajo realizadas con el fin de estructurar la primera propuesta colectiva del sistema de evaluación.

e. Discusión de la propuesta del consejo directivo al interior de los organismos de base.

f. Ajustes y adopción final por parte del consejo directivo.